Dr. C.J. Espontaneo
¡Saludos y Bendiciones! Te habla el Dr. Carlos Calcador, y a través de este podcast ESPONTÁNEO, te invito a recibir un mensaje de esperanza, consuelo y paz, cimentado en la Fe. Es mi fervorosa oración que el contenido de estos episodios toque tu corazón y fortifique tu espíritu, como lo ha hecho para miles de almas en más de 40 países y sobre 300 ciudades alrededor del mundo. Han sido edificados y alcanzados por la Palabra viva y poderosa de nuestro Padre Celestial.
Sé grandemente bendecido y disfruta de estos devocionales inspirados y guiados por nuestro Señor Jesucristo. ¡Permite que Su amor y Su luz inunden cada rincón de tu vida!
"Dios les bendiga."
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." - Marcos 16:15-18
Dr. C.J. Espontaneo
No Estás Sola: Un Mensaje de Esperanza para Tu Batalla Silenciosa
No Estás Sola: Un Mensaje de Esperanza para Tu Batalla Silenciosa
Por inspiración del Espiritu Santo con amor
La soledad que acompaña al sufrimiento puede ser tan dolorosa como la prueba misma. Este mensaje, nacido del corazón y guiado por el Espíritu Santo, habla directamente a quienes atraviesan batallas silenciosas marcadas por el dolor, la incertidumbre y el aislamiento.
¿Qué ocurre cuando una hermana en la fe decide enfrentar sus pruebas en soledad? Con palabras tiernas pero firmes, exploramos cómo el diseño divino para nosotros nunca contempló que camináramos solos por los valles oscuros. A través de la escritura en Juan 16:33 e Isaías 53:5, vemos cómo Jesús no solo predijo nuestras aflicciones sino que las experimentó personalmente, transformando para siempre el significado del sufrimiento humano.
Descubrimos juntos el poder sanador de la comunidad cristiana auténtica, donde "sobrellevamos los unos las cargas de los otros" (Gálatas 6:2). Más allá de palabras vacías, este mensaje nos desafía a vivir como verdadero cuerpo de Cristo: orando juntos, llorando juntos y caminando en fe y esperanza unidos. El testimonio más poderoso surge precisamente cuando permitimos que otros compartan nuestro dolor, reconociendo que la vulnerabilidad no es debilidad sino el camino hacia una sanidad integral.
Te invito a reflexionar: ¿Estás intentando librar tus batallas en soledad? Recuerda que tu prueba de hoy puede convertirse en el testimonio que alguien más necesitará mañana. Dios no solo ve tu dolor desde lejos – lo acompaña personalmente. Comparte este mensaje con alguien que esté atravesando su propio valle oscuro y permite que la promesa divina resuene en ambos: "Esta prueba te llevará de gloria en gloria."
Paz...
Bendito Dios, querida amiga, querida hermana, me reservo tu nombre porque tú sabes a quién me refiero, a quién me estoy dirigiendo y por causa de quién y por quien lo hago? por ese nombre, que es sobre todo el nombre de Cristo Jesús, y por su amado Padre, nuestro Padre Celestial, e invocamos al Espíritu Santo para que se haga presente en este mensaje, en el momento en que le damos vida, que ponemos sonido a esta inspiración que fue precisamente revelación, consuelo, inspiración del Espíritu Santo. Hoy escribo con el corazón lleno de admiración por ti. Tu fortaleza, tu inquebrantable y tu amor por los tuyos son una inspiración para todos los que te conocemos. He decidido escribir estas líneas para no fallar, para repasarlas una y otra vez, pero, siendo el Espíritu Santo el que dirige la pauta y el que, de manera sobrenatural y como solo Él sabe hacerlo, acomoda las líneas, acomoda las letras, cada palabra, cada espacio, cada pausa, para que en cada uno de esos instantes tú recibas desunción y que esta palabra haga arremetir¿.
Speaker 1:Tú sabes por qué? Porque sabemos que estás atravesando por una batalla silenciosa, una prueba dura, marcada por el dolor, la incertidumbre y la soledad. Pero ¿sabes algo también, que quiero recordarte con dulzura y firmeza que no estás sola, que estamos aquí, la palabra de Dios nos advierte que en este mundo habría aflicciones. Esto lo vemos en el libro de Juan 16.33 y te invito a que lo busques cuando tengas la oportunidad. ¿Por qué? Pues, es producto del pecado, que entró desde el Edén. Por causa de la caída del hombre, el dolor y la enfermedad se convirtieron en parte de nuestra realidad. pero bendito sea nuestro Dios, que no nos dejó sin esperanza, no nos dejó en el desamparo, en su eterno amor y de un plan glorioso el sacrificio de su propio Hijo, jesucristo.
Speaker 1:Dios mismo echó carne. sí, dios mismo echó carne. nació sin pecado ni mancha para ser el único cordero capaz de cargar sobre sí el castigo de nuestro pecado original. gran peso sobre su vida. Por ese pecado original y por todos nuestros pecados, dice la palabra más. el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados.
Speaker 1:Bendito Dios, isaías 53.5. Gracias por tu palabra, padre Amado. Cariño, mira, esa es la gracia de Dios, es un regalo inmerecido lleno de perdón, redención y amor eterno. Hermana, aunque has decidido librar esta batalla con discreción, según me has dejado ver, quiero recordarte algo importante Dios no nos hizo para estar solos. Tú misma, si tú, si alguien a quien amas pasara por lo que tú estás viviendo, y pedimos al Padre, y rogamos al Padre que los libre a todos ellos de todo mal, pero si se fuera el caso, tú no dudarías en estar presente, en amar, en cuidar, en sostener? Y no digo que yo no lo haga. Lo que digo es que tú no dudarías en hacerlo. Así también nosotros queremos estar y ser parte de ti.
Speaker 1:Dice la palabra, sobrellevar los unos las cargas de los otros y cumplir así la ley de Cristo. Eso está en Gálatas 6.2. Eso fue el apóstol Pablo quien, cuando estuvo cumpliendo con su misión, siempre, siempre, siempre buscó dejar este mensaje de apoyarnos y de querernos y de amarnos los unos a los otros. El mensaje de Cristo, el mensaje de Jesús Permítenos orar contigo, llorar si hace falta, pero mira sobre todo, caminar contigo en fe y esperanza, no como espectadores, sino como parte de tu red de amor. Sí, una red, esa red que el Señor ha provisto para ti de red de amor, fe y consuelo.
Speaker 1:Este es el momento de vivir como iglesia, como cuerpo unido, como una familia en Cristo, donde no hay denominación alguna que no sea Él mismo y el amor que nos enseñó, ese amor perfecto para que nosotros, dentro de nuestra imperfección, pudiéramos darlo imitando su mente y su comportamiento. eso nos acerca a la perfección. confía en que. confía en que el Señor te invito a confiar en que el Señor no solo ve tu dolor, sino que lo acompaña. Él está contigo y nosotros también, con todo el amor que el Señor nos manda a compartir. confía.
Speaker 1:Te envío estas letras como un abrazo lleno de fe y esperanza y consuelo, siempre en el nombre de Cristo Jesús, esperando que este audio pueda, de una manera sobrenatural, para la gloria y honra de Él, como testimonio para Él, testimonio del poder y el amor que siente por ti, y el milagro llegará y lo veremos. testimonio del poder y el amor que sientes por ti, y el milagro llegará y lo veremos. Y si hoy estamos vivos, capaces de poder abrir nuestra boca, capaces de escuchar, aún en medio de la prueba y el dolor y las circunstancias de esta vida, si somos capaces y podemos hacerlo, bendito Dios. se debe tan solo por una cosa tan sencilla pero tan profunda que no somos capaces, no hay intelecto humano que la pueda entender, como es difícil entender para muchos que, clavado en la cruz, miró a aquellos que los transgredieron y él ya sabía eso desde el Getsemaní, desde antes de estar allí porque era parte del plan, dice la escritura que sudó, derramaba sudor gotas de sangre, como sudor que sabía lo que le venía. y aún así miró, hizo una pausa y elevó su mirada y dice Padre, perdónanos que no saben lo que hacen. dime, si eso no es amor, ese mismo es el que te ama. el que hacen. Dime. si eso no es amor, ese mismo es el que te ama, el que te quiere, el que te dice Cuánto lamento esta prueba, pero era necesario.
Speaker 1:Pero no te he dado una prueba con la que tú no puedas Créeme. Y esta prueba te va a llevar de gloria en gloria. Son parte de las circunstancias de la vida, de esta vida, pero la buena noticia es que yo vivo, que yo reino Y que yo te acompaño Y que te levantaré de la enfermedad, para testimonio de muchos que ahora, hoy, no creen y están en las circunstancias que tú estás, porque me ayudarás, dice el Señor, a alcanzar almas, afirmarlas con amor, como estamos afirmándote aquí, en este momento. disipular a los demás con la palabra de Dios, con versículos que apoyen lo que hablamos por amor, en medio de la circunstancia, en medio de la tormenta, para luego, que estén preparadas, que el Señor les diga ya estás lista, ya estás lista para caminar. lanzarte a llevar este testimonio de manera con tu propio ministerio. ya eres un ministerio. Así que te pido que, número uno, no te olvides que no estás sola. número dos, que estamos aquí contigo. y número tres, y lo más importante, el Señor mora en ti y Él hará el milagro.
Speaker 1:Bendito Dios, gracias, padre, por tu palabra. Yo te pido, padre de la gloria, que esta palabra agarreme en ella en estos momentos, señor, y en todo aquel que puede escuchar un mensaje como este. bendito Dios. Yo sé que quien escucha este mensaje, quien se lo estoy enviando, sabe que es para ella. Pero, bendito Dios, así mismo va a permitir que otra persona le conozcamos. ella le conozca o no le conozca, yo o no Sabemos, sabemos, porque sabemos que tú sí le conoces y si has permitido que este mensaje le llegue, es precisamente como parte de este gran propósito que tienes para la vida de ella y la vida mía. Padre, gracias nuevamente Te damos, confiando en que esta palabra ya está siendo rema en la vida de ella. En el nombre de Cristo Jesús, hemos orado Amén, amén, amén. Bendito Dios, paz, paz, paz, paz, paz, paz.