
Dr. C.J. Espontaneo
¡Saludos y Bendiciones! Te habla el Dr. Carlos Calcador, y a través de este podcast ESPONTÁNEO, te invito a recibir un mensaje de esperanza, consuelo y paz, cimentado en la Fe. Es mi fervorosa oración que el contenido de estos episodios toque tu corazón y fortifique tu espíritu, como lo ha hecho para miles de almas en más de 40 países y sobre 300 ciudades alrededor del mundo. Han sido edificados y alcanzados por la Palabra viva y poderosa de nuestro Padre Celestial.
Sé grandemente bendecido y disfruta de estos devocionales inspirados y guiados por nuestro Señor Jesucristo. ¡Permite que Su amor y Su luz inunden cada rincón de tu vida!
"Dios les bendiga."
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." - Marcos 16:15-18
Dr. C.J. Espontaneo
Fe inquebrantable: Cuando los médicos dicen "imposible" pero Dios dice "sanado"
¿Qué sucede cuando el diagnóstico médico más devastador se encuentra con una fe inquebrantable? Este episodio de Espontáneo revela un testimonio extraordinario de sanación divina que desafía toda lógica médica.
Comenzamos respondiendo a la conmovedora petición de un hermano que sufre dolor insoportable en su columna y pierna derecha. Lo que sigue es un relato íntimo y poderoso sobre una intervención quirúrgica de columna catalogada como "de alto riesgo" donde el pronóstico médico era devastador: años de recuperación, rehabilitación y posiblemente una vida en silla de ruedas.
A través de este testimonio personal, descubrimos cómo la fe transformó un momento de crisis médica extrema en una manifestación del poder sanador de Dios. Desde la extraordinaria experiencia en el hospital —donde tres enfermeras acudieron a pedir oración después de presenciar algo sobrenatural— hasta el momento impactante en que, una semana después de la cirugía, nuestro anfitrión se presentó caminando a su cita de seguimiento ante el asombro del personal médico.
Exploramos pasajes bíblicos fundamentales sobre la sanidad divina como Santiago 5:14-20, Éxodo 15:26 y Salmo 103:3, revelando la constante promesa de Dios: "Yo soy Jehová tu sanador". Todo esto conectado con una revelación profética recibida durante una noche de oración: "La mesa está servida" — una visión de Cristo preparando bendiciones para sus hijos.
Este episodio no solo ofrece esperanza para quienes sufren físicamente, sino que demuestra cómo nuestros momentos más oscuros pueden convertirse en testimonios que glorifican a Dios y fortalecen la fe de multitudes. ¿Necesitas un milagro hoy? La mesa está servida. Comparte este mensaje con alguien que necesite recordar que para Dios, nada es imposible.
Paz...
bendito Dios. Bendito Dios, gracias, señor, por una oportunidad más para poder dirigir y hacer lo que me he encomendado a ti. Hermano o hermana que me escucha, te conozca, yo no, si estás escuchando este audio, probablemente es que sí, y te agradezco que sigas apoyando lo que hacemos aquí en espontáneo Un podcast sin filtros, con el único filtro del amor de Cristo Jesús. Ya, llevamos más de cinco años en el proceso, cada vez perfeccionándonos en la palabra de Dios y toda la gloria y todo el honor para Él. Hoy no es diferente, porque siempre venimos y recorrimos al Espíritu Santo y, en obediencia, hacemos lo que nos ha sido mandado, encomendado, y siempre me gusta ubicarlas en mensajes, en un punto histórico, sobre todo cuando conlleva o encierra un testimonio.
Speaker 1:Hoy, después y luego de una maravillosa noche de oración, hoy, 25 de abril, llega a mis manos una petición por parte de un intermediario que la puso en un, en un grupo en general, para que oráramos, intercediéramos por un hermano que está pasando por un fuerte dolor, una situación insoportable de dolor físico, y te paso a explicar. No obstante, antes quiero mencionarte que en la noche de oración de ayer, hablamos, nos reunimos para adorar al Padre, comenzamos con un devocional donde, donde, por instrucción del Padre, nos dimos cuenta que mucha gente se impactó, incluyendo este servidor, cuando se nos confrontó con la importancia de orar y cómo hacerlo y el poder de la oración, porque muchas veces hablamos del poder de la oración pero la realidad que no lo practicamos, y cuando no lo practicamos de la forma correcta se pierde mucho de esas instrucciones. Toda la gloria del Señor, toda sabiduría viene de Él, pero nosotros en la carnalidad tenemos que hacer, dar unos pasos, y uno de ellos es prepararte de antemano para tener las condiciones correctas para acercarte al Padre. Y aunque no es el propósito de este audio entrar en esos detalles eso lo cubrimos en otro momento pero ciertamente es importante entender que cuando tú tratas de conocer a alguien y quieres una comunicación sincera, oportuna, importante, significativa con esa persona, donde va a haber un emisor mensaje y un receptor, es importante que las condiciones estén sobre la mesa, que no hayan distracciones y demás.
Speaker 1:Ese es el principio de la comunicación eficaz y que podamos estar preparados no solamente para hablar, sino también para escuchar. Alguien dijo una tenemos solamente una lengua, una boca, pero tenemos dos oídos. Vamos a usar los oídos, vamos a escuchar Y sobre todo cuando se trata de escuchar al Padre. Por lo tanto, antes de orar tenemos que hacer una pausa, luego oramos, meditamos, alabamos, glorificamos cualquiera que sea el caso, intercediendo por otra persona, por uno mismo, y luego hacemos una pausa para escuchar.
Speaker 1:Y en ese momento en que hicimos eso, yo, cuando estaba haciendo el anuncio, por alguna manera, decir el volante para poder anunciar el evento, el Señor puso en mi corazón y no estaba en el volante sino cuando lo fui a colocar me puso esta frase la mesa está servida. Wow, la mesa está servida. Y cuando fui a enviar el mensaje, la mesa está servida. Y hoy una mujer, ministra poderosa del Reino del Señor, me dice que cuando estuvimos ayer en la oración y estaba ella intercediendo y había alguien intercediendo y ella estaba también intercediendo el grupo que estábamos, ella tuvo una visión y en esa visión vio al Señor. Y vio al Señor. No vio su rostro, pero lo vio vestido de blanco, en una mesa gigante, enorme, de oro y adivine que hacía estaba sirviendo en la mesa, bendito Dios.
Speaker 1:Por lo tanto me acerco con este mensaje que, como te digo, contiene un testimonio en respuesta a la petición de este hermano por el cual vamos a orar, y le queremos dejar este mensaje particular por experiencia, porque qué mejor que cuando tenemos la experiencia de vida, y ahí es que se crece el testimonio. Abrimos nuestro corazón para darnos cuenta entonces por qué Dios permite cosas en la vida de uno. Y paso a explicar La petición. La hemos titulado Petición por oración de un hermano en dolor, testimonio de sanación. El mensaje pidiendo oración por parte de alguien que no conozco, pero el Señor. Si el mensaje de este hermano lee de la siguiente forma y me voy a reservar el nombre de él porque para el Señor no es necesario el Señor dice la palabra que tiene lee de la siguiente forma y me voy a reservar el nombre de él Porque para el Señor no es necesario El Señor dice la palabra que tiene cada cabello de nuestra cabeza, tiene contado todos ellos Y sus pensamientos son más elevados que los nuestros, así que este mensaje espontáneo no es diferente a los demás.
Speaker 1:Encierra un propio milagro, una petición muy importante para este hermano, pero que aplica para todo aquel que lo escuche, que puede estar atravesando para mí mi situación. Y me explico. Y él escribió lo siguiente Mis hermanos en la fe, hoy paso por aquí. Mi nombre es. Estoy pasando por momentos de salud muy fuertes. Tengo un dolor en mi columna, en la zona lumbar que me llega hasta la pierna derecha, y es muy fuerte.
Speaker 1:Yo quiero pedir oración y si hay algún anciano entre ustedes que diga la palabra de sanidad, y mi fe, que está puesta en Jesús, hará el milagro. Bendito Dios, mira, hermano, no te conozco, pero basta con que el Señor conozca y que nos haya dado una gran comisión de ir por el mundo y predicar las buenas nuevas del reino de los cielos y que el reino sea acercado a toda criatura. Y tengo que decirte también que los milagros en la Biblia están reseñados por un detalle muy importante la fe, ese monosílabo. La fe encierra, encierra mucho poder. De hecho, pablo la define como la certeza de creer en aquello que no vemos y la convicción, la garantía, la convicción de eso que no vemos, pero la garantía de que lo que pedimos sucederá. Y así él lo dijo antes de ir Cuando dos o más se unen en oración, yo me hago presente Y pedir y será concedido, conforme a la voluntad del Padre.
Speaker 1:Así que debo decirte que tu palabra, tu expresión encierra mucha fe y está alineada con la palabra, con la bendita palabra, con la Sagrada Escritura. Mira en Santiago 5, versículos del 14 al 20, leemos, y me permite que lo lea por favor ¿está alguno lea por favor? ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, uniéndole con aceite en el nombre del Señor, y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará Y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Speaker 1:Confesad vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del gusto puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras y oró fervientemente para que no lloviese. Y no llovió Sobre la tierra. No llovió por tres años y seis meses Y otra vez oró y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.
Speaker 1:Hermanos, si alguno entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error, del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitudes de pecados. Bendito Dios. Para ti toda la gloria santo eres Así que hermano, mira, tu fe y esperanza son inspiradores, sin lugar a dudas. De hecho, la palabra dice que no hay manera de agradar al Padre si no es a través de la fe, como también dice el Señor decía no hay profeta en su propia, no hay honor, ni profeta ni honra para un profeta en su propia tierra, porque no lo veían como el gran sanador, como el gran yo soy. No lo veían como el Mesías esperado. Lo veían como el hijo de José y María.
Speaker 1:El carpintero, hombres de poca fe, me dijo una vez a los discípulos cuando la barca Y cuando Pedro se hundía en las aguas, hombres de poca fe Y andaban con él. Así que, mira, en cuanto al dolor que describes, podría estar relacionado, hablando ya de punto de vista de la ciencia, con condiciones como la inflamación del nervio ciático, una hernia de disco o problemas musculares en la región. Sin lugar a dudas puede, pero nosotros que somos hombres de fe, hablamos de salud, hablamos de sanidad, hablamos de restauración, hablamos del diseño perfecto del creador del cielo y la tierra, de nuestro Padre Celestial, y nada mejor que un testimonio. En abril 27 de 2021, fui diagnosticado con una condición severa crítica, si este que te habla. Una condición severa, crítica que requería cirugía para tratar al menos de salvar el movimiento de mi pierna izquierda y poder aliviar el dolor que ya no me permitía ni estar acostado, ni estar sentado, ni estar de pie. No podía estar en ninguna posición Y ya era intolerable, así que puedo imaginar lo que sientes. Me afectaba, me elevaba la presión arterial, dolores de cabeza.
Speaker 1:En fin, no tenía vida. Así que me ofrecen? me vieron varios médicos, más de cinco médicos. Me vieron, entre ellos dos generalistas, un fisiatra especialista en la columna vertebral, otro especialista en el área del deporte, atendiendo deportes de jugadores profesionales que se lesionan muchas veces en el baloncesto, en el béisbol, y estoy hablándote del sur de la Florida, y no voy a mencionar equipos porque no hace falta, porque para el señor no hace falta, pero te podrás imaginar la calidad y la excelencia de estos médicos.
Speaker 1:Me vieron dos cirujanos, un ortopédico y uno neurocirujano, que finalmente fue quien me operó. ¿y sabes por qué? Dios ya sabe cómo hacer las cosas? precisamente porque era el más frío en su trato, en su corazón, porque a los demás siempre les manifesté mi fe, a pesar del dolor. Uno de ellos preguntó no sé cómo este hombre está de pie.
Speaker 1:Uno de ellos en el primer cirujano, en la ortopeda. Cuando su asistente entra que él lo busca, la manda a buscar y está la imagen del MRI está en la pantalla, ella llega a salud y cuando ve la imagen, pega un grito Dios mío, ¿qué es eso, quién es él? Y él le dice este que está aquí sentado, aquí sentado. Y yo estaba así, estaba orando y mi esposa llorando Y yo al lado, llorando y hablándole siempre de salud y sanidad, que no podía con dolor, pero que sabía que el Señor me iba a restaurar. Él habla de una.
Speaker 1:Cuando ve la situación, le dice trataré de salvar tu pierna, a menos la izquierda, y tengo que colocar en ti esta prótesis, cortarla con una prótesis para atornillarla de metal en la espina dorsal. Cuando ya no había más que hacer, llegó el día de la operación Viernes 30 de abril de 2021, prácticamente cuatro años atrás, porque en el momento que te escribo estas notas, estamos hablando de que hoy es 25 de abril, en medio de la pandemia y lo que eso implica para todos mi familia, amigos. Para mí entrar solo al hospital fue una experiencia bueno descaradora. Desde la entrada, ni siquiera mi esposa pudo entrar al vestíbulo, ni mis amigos Me dejaron allí, pues estábamos en el COVID, y mi esposa, hija y amigos que estaban conmigo quedaron atrás. Obviamente mi esposa atacada en llanto a pesar de su fe normal y natural, y todo porque era muy riesgosa la cirugía. No sabíamos que iba a suceder.
Speaker 1:En fin llegó el momento y cuando voy para el vestíbulo, quien me lleva? una enfermera? el señor me coloca que le diga ay, estoy aquí, pero voy con fe y dice ay, que bueno. Y yo le digo si, porque yo creo en mi Jesús. Y ella dice no en inglés, y me dice no, eso no se puede hablar así. Pero de momento viene a la sala y dice Jesús, para saludar al supuesto, un supuesto Jesús, que era un hombre que estaba a la distancia.
Speaker 1:Bendito Dios, llegamos a la distancia. Dito Dios, llegamos a la sala de preparativos. Estaban asistentes de médicos, enfermeras, anestesiólogos. El médico cirujano había estado allí y estaba esperando en la sala de cirugía porque era una operación muy delicada y tenía que hacer unos preparativos electrónicos, cátodos, etcétera, etcétera. Pero aquí viene lo medular, cuando estoy ya preparado, esperando a que me vayan a llevar. Estoy acostado.
Speaker 1:Yo sé que la operación, me explicaron, iba a ser boca abajo, tenía que estar. Me dieron todos los riesgos. Tuve que firmar más papeles que nunca para comprar una hipoteca de una casa. La condición podía ser que me quedara, pues no perdiera el movimiento de las dos piernas, definitivamente de la cintura hacia abajo, del cuello hacia abajo y bueno, y lo demás que te podrás imaginar. Eso es lo que decía el hombre, eso es lo que decía la ciencia.
Speaker 1:Pero mi Dios que vive y Cristo que vive, nosotros teníamos, estaba confiado en Él. Así que, cuando llegue el momento, ya me tienen preparado. Me van a llamar al médico. Yo quiero hablar con el médico. Algo me impulsaba a hablar con el médico Y todos me miraron. Pero ¿qué pasó? Por qué llamarlo? Él está en la sala de seguridad.
Speaker 1:Quiero hablar con el médico y para hacer el cuento, esta historia, este testimonio más corto y poderlo apreciar, y ya luego, simplemente te pido que te agarres de esto. Viene el médico. Cuando llega, pues llega sorprendido que le esté llamando y todos piensan que voy a suspenderlo, que estoy tan nervioso que voy a suspender la operación. Y la realidad, te digo que cuando llegó, yo no sabía qué le iba a decir. Entonces yo dije Dios mío, pero lo mando a buscar, tengo la valentía Y cuando yo lo vengo a venir, no quería que viniese, no sabía lo que le iba a decir Y lo que tengo en mis manos es el celular, el cual estaba yendo a la banza, y lo que le dije fue que alguien me pudiera sujetar, autorizar a entrar con el celular, porque cuando me colocara a dormir, me pusiera la anestesia, me aplicara la anestesia. Sabía que iba a dormir, que lo último que quería escuchar era la palabra. Me miró, ya te dije frío, molesto, sorprendido, pero en fin, dios lo bendiga, dios lo bendiga porque fue bendecido Y me dice ok, da la vuelta, estábamos tarde da la vuelta. Y cuando veo que da la vuelta y le veo en su indumentaria, en su vestimenta de cirujano, veo la parte de su cuello, la nuca, que apenas se podía ver.
Speaker 1:Ahí recibo el mensaje de llamarlo y ahí le pego un grito y le digo doctor, y él mira de nuevo, ¿qué pasó? y le dice doctor, que no esté nervioso. Y él entendió, y probablemente en inglés y de mi manera, todas las circunstancias que estaban sucediendo. Él entendió y me dice no, no, no, no esté nervioso, tranquilo. Y yo, no, doctor, no me está entendiendo, que usted no esté nervioso. Y señalé hacia arriba y dije que él va a estar a cargo. Y eso lo vio todas las enfermeras y personal que ya te dije. ¿y por qué eso es importante? Porque este testimonio comienza aquí.
Speaker 1:Llegó el momento, estamos en la cirugía y ya se me había advertido de que era probable que tuviera que llamar el seguro social. Porque, bueno, nada, con todos esos riesgos y si lo mejor que podía pasar, tratar de volver a tener, recuperar mis movimientos lo más cercano a lo natural. No voy a entrar en esos detalles. El asunto es que era cuesta arriba y me habían preparado para eso y que obviamente tenía que tener entonces a un médico que me iba a estar visitando en la casa, un especialista y unos médicos, unos asistentes para mi terapia en la casa, y así podríamos estar los miembros de 3 a 6 meses y yo, luego de los 6 meses, entonces pues ir a un psiquiatra, y demás los otros tratamientos, pero al año, año y medio iba a estar todavía pues moviéndome con silla de ruedas, y entonces para evitar accidentes, y ya al final, pues entonces con Walker, y ya a los tres, dos o tres años pudiera yo regresar, si es que podía, a la normalidad. Eso era el mejor de los escenarios, no era seguro. Pero, bendito Dios, tú tienes la última palabra y yo, lo que estoy derramando aquí es lo que tú hiciste conmigo.
Speaker 1:Bendito Dios, si es lo que yo quiero que tú hagas con este hermano y todo aquel que escuche este audio, porque por algo tú permites las cosas, padre amado, y lo que te puedo decir, hermano ojalá te pudiera compartir lasente es que cuando ya estoy en mi cuarto, donde me iba a pasar la noche, tocan la puerta y entra una enfermera y me pide que si podía orar por ella porque había visto lo que había sucedido. Ella está más enterada que yo, yo no sé, yo acabo de salir del cuarto, pero yo, a mi fe, me hizo entender por qué Oramos. Yo le pedí una condición que sacáramos un selfie, una foto para la gloria de él y tener evidencia de ese momento tan maravilloso. Era la enfermera, y qué mejor para guardar ese recuerdo, donde aparece toda la, en la pared, aparecía todos los resultados, en fin, el diagnóstico, todo el procedimiento y lo que estaban haciendo conmigo estoy conectado para sacarme la sangre, el exceso de sangre.
Speaker 1:Y ella venía pues, obviamente, a hacer lo propio. Se va después y lloró conmigo. Oró y lloró, pero créeme que no pasaron ni 15 minutos cuando vuelve a sonar la puerta. Tocan en la puerta la segunda enfermera, lo mismo, exactamente lo mismo. Oramos.
Speaker 1:Luego viene la tercera enfermera, lo mismo y oramos. Y por eso es que te digo que cuando la palabra dice que con uno pueden salvarse multitudes, con uno, por eso, multitudes Con uno, por eso que Jonás tenía que ir a Nínive, por eso es que tenía una misión, porque había muchas personas, muchas almas que dependían de eso. ¿qué quiero decir con esto, hermano que me escucha? Que lo que te está ocurriendo es doloroso, lo sabemos. Pero ese propio Jesús, estando en el huerto, dijo Padre, padre, abba, padre, falta de mí este cáliz, pero se recupera, se repone, se acuerda de su propósito y dice pero que no se haga mi voluntad, se haga la tuya, siendo Dios mismo Y clavado en la cruz. Luego de todo ese martirio que pasó clavado en la cruz, miró y dijo Padre, perdona a los que no saben lo que hacen. Qué gran ejemplo de amor, por eso, es que la palabra dice que nos amó primero nosotros. Él, creado el cielo y la tierra de todo lo que conocemos. Y aquella cosa insospechada estaba pidiendo perdón por nosotros, por ti y por mí, para darnos hoy una palabra, tener una palabra para nosotros, porque Él nos dijo les enviaremos el Espíritu Santo Y éste tomará de nosotros Y Él les recordará las cosas que les he enseñado. Éste, sí, él es tu abogado, defensor, tu consolador, y Él te recordará estas cosas para que te agarres de ellas.
Speaker 1:La palabra de Dios, la Biblia, es una fuente poderosa de consuelo y sanación espiritual. Contiene numerosos versículos que inspiran esperanza y fortalecen la fe en momentos de dificultad. Y tú tienes fe. Por lo tanto el camino está más allanado. Por ejemplo, en Éxodo 15.26,. Yo soy Jehová, tu sanador. En Salmo 103, 3.
Speaker 1:Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias. Jeremías 17, 14. Sáname, señor, y seré sanado. Sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. Mateos 11, 28 al 30. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y cargados, trabajados y cargados y yo os haré descansar.
Speaker 1:Mira estos pasajes no solo ofrecen palabras de sanación física, sino también te ofrecen una oportunidad para recuperarte en lo emocional y en lo espiritual. La oración y la meditación de estos versículos te pueden ayudar como herramienta poderosa para encontrar esa paz y fortaleza en tiempos de dificultad. Te entiendo, hermano, he estado allí, pero ahora te puedo decir que hemos vencido, que Él venció. Y hoy me encuentro porque a la semana y concluyo mi testimonio a la semana, óyeme bien, a la semana exacta. Testimonio A la semana, óyeme bien, a la semana exacta.
Speaker 1:Llego a la oficina del médico en el mismo edificio, en el lobby, en el vestíbulo donde estaba lleno, repleto de pacientes. Y cuando el asistente, aquella misma el asistente ve que yo estoy de pie, decimos nosotros los boricuas, pega un grito, gritó, desclamación. Se cubrió la boca ¿Y por qué? Porque me vio caminando con mis propios pies, con ayuda de un walker, pero caminando, caminando, como, caminando, como lo oyes, ya, no tenía dolor, caminando.
Speaker 1:Así que alguien le pregunta a mi esposa ¿qué fue lo que pasó? Que vi que ella gritó y dice bueno, pues, porque a él lo operaron de esto? Y ella dice pero sí, yo también. Y yo, pues, obviamente esta persona presentó lo que me esperaba a mí, o lo que se supone que habían dicho en esperar a mí, que lleva ya año y medio, dos años, y todavía estaba en silla de ruedas. Y ahí mi esposa le dice sí, lo que pasa es que es un hombre de fe. Y ella gritó porque esto era lo que estaba predestinado y predicho.
Speaker 1:Dios mío, bendito Dios, alabado tu nombre, alabado sea tu nombre, cristo Jesús, no quiero usar tu palabra en vano, ni tu nombre en vano, señor, pero que toda la gloria sea para ti, señor. Bendito Dios. Ayuda, señor, para que este hermano, este hermano que escuche este audio y todo aquel que escuche este audio, ponga toda su fe, toda su esperanza. milagro en él, señor de sanación total, llévalo al diseño original para que tenga paz, paz, paz, paz. Que cada átomo, cada molécula, cada célula, cada tejido, cada órgano, cada sistema compuesto de esos órganos, señor, sobre todo su sistema musculoso letal, señor, su espina dorsal, su sistema nervioso, bendito Dios. Su cerebro Se ha restaurado y llevado a su lugar de origen, señor, como lo creaste, así como hiciste en tantas ocasiones, señor, bendito Dios, que no todas están reseñadas. Porque, dice el mismo Juan, decía si yo fuera a colocar, si se fueran a colocar todas las cosas que él hizo, no habría espacio en todo el universo donde anotar y donde guardarlo.
Speaker 1:Bendito Dios, así que hemos orado, padre de la Gloria, bendito, así hemos orado, pidiéndote por este hermano que tú conoces su nombre. Te pido que lo restaures, que el Espíritu Santo trabaje en él en estos momentos, señor, de manera sobrenatural, como tú eres. Señor Que, así como la mujer de flujo dijo si tan solo tocara la punta de su manto, bendito Dios. Así como Bartimeo decía que decía Jesús, hijo de David, jesús, hijo de David, clama, abre tu boca y pide a sí mismo Y espera tu milagro. Es posible que te pregunte? es posible que no te pregunte? es posible que sientas un susurro ¿qué quieres? Es posible que te diga ayer, tu fe te ha sanado, tu fe te ha salvado, así como el centurión que fue a clamar por su siervo en la distancia y dijo basta, basta solamente una palabra tuya, no tienes que ir hasta allá y mi siervo será mi sirviente, será sanado. Y al hijo de siervo, verdad, les digo que no he visto tanta fe en todo Israel.
Speaker 1:Bendito Dios, gracias por tu palabra, gracias por esta oportunidad de dejar este mensaje, confiando estamos en que ya estás trabajando. Agárrate de esta palabra, hermano, y si tú eres mujer y estás oyendo este mensaje, de batir a garras de hermanas de este palabra, no soy yo, es él y en el nombre de cristo jesús, dejamos todas estas cosas dichas, confiando que su voluntad, que es perfecta, pero la será para testimonio de muchos, mantén informado, amado Amén, amén, amén. Y recuerda la mesa. La mesa está servida. Gloria al Padre y a su Hijo, amado, bendito Dios, amén.